San Vito llegó a ser el patrono de la ciudad de Rijeka, por tanto, la Rijeka medieval fue llamada en croata “Rika svetoga Vida”, o en latín “Terra Fluminis sancti Viti”.
San Vito nació en el pueblo de Mazzara del Valla, en la isla de Sicilia. Como cristiano perseguido, probablemente fue torturado en el año 304/305, durante la época del emperador Diocleciano. El culto a él comenzó a extenderse alrededor del año 600, cuando se contaron las primeras leyendas sobre su vida y cuando en Roma se construyó la primera iglesia en su honor.
En el año 756 sus reliquias fueron trasladadas a Saint-Denis, en las cercanías de París. El culto a San Vito se difundió por los países eslavos donde, al parecer, reemplazó el antiguo culto pagano eslavo a Svantevit, debido a la similitud en los nombres. Por lo tanto, las iglesias de San Vito fueron construidas por lo general sobre colinas, desde las que San Vito “ve todo”.
En nuestro país, San Vito fue el patrono de los ojos, es decir, de la visión humana, que solo era posible en los idiomas eslavos del sur en los que San Vito “vidi” (ve) y por tanto su nombre se pronuncia Vid (vista) y no Vit, Veit, Vito, Guido o Guy. La iconografía generalmente lo presenta como un hombre joven con una palma, en un caldero, a veces con un cuervo y un león. La figura juvenil de San Vito en un caldero es su representación iconográfica más común; también se convirtió en el motivo heráldico del escudo de armas más antiguo de la ciudad de Rijeka. San Vito llegó a ser el patrono de la ciudad de Rijeka, por tanto la Rijeka medieval fue llamada en croata “Rika svetoga Vida”, o en latín “Terra Fluminis sancti Viti”. La ciudad de Rijeka vivió bajo el patronato de San Vito durante siglos. San Vito quedó impreso tanto en el sello de la ciudad como en los corazones de la gente. Los buques navegaban bajo su bandera, las puertas delanteras de las casas estaban decoradas con su imagen. La iglesia medieval de San Vito era una pequeña iglesia románica, de una nave, con ábside semicircular detrás del altar y con porche cubierto delante de la fachada. Cuando los jesuitas llegaron a Rijeka, la convirtieron en su iglesia. En 1925 Rijeka llegó a ser la sede de la diócesis, y en 1969 también la sede de la arquidiócesis y metrópolis. Al final, la ceremonial iglesia jesuita de San Vito se convirtió en la catedral de Rijeka.
Gracias a los esfuerzos de las autoridades eclesiásticas y el gobierno de la ciudad, después de 45 largos años, fue devuelta a la ciudad la identidad de patrono. Más precisamente, en 1991, durante la celebración del Día del patrono de la ciudad, se despertó de nuevo la vida en Starogradska gomila, Grivice, Plaza de Ivan Kobler, Paseo de Korzo y otras partes de la ciudad de Rijeka. Con las ceremonias eclesiásticas y una serie de eventos culturales, deportivos, técnicos y manifestaciones entretenidas, Rijeka mostró ser una ciudad mediterránea reconocible por su patrono y santo. A partir de ese año, la celebración del Día del patrono incluye el llamado festum cori, es decir, una celebración interna o eclesiástica completamente organizada por el clero, que empieza con misas durante tres días y termina con una procesión y la gran misa concelebrada en la plaza Grivice. La celebración también incluye el llamado festum fori, es decir, una celebración externa o popular. Desde entonces, cada año la ciudad de Rijeka celebra el Día de su patrono, San Vito, debido a lo cual el día del 15 de junio se convirtió en el Día de la ciudad de Rijeka, celebrado tanto en fiestas religiosas como populares.