El rascacielos que domina la parte occidental del Paseo de Korzo fue terminado durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942. Fue una inversión de Enrico de Arborio, el repatriado nacional de los Estados Unidos que había hecho su fortuna allí durante la prohibición. A partir de ello, comenzaron los rumores de que la construcción del rascacielos fue hecha con el dinero que el padre de Arborio cobró como contador de Al Capone. El constructor imaginó que su inversión en la torre residencial y comercial sería lucrativa. El proyecto fue encomendado al arquitecto de Trieste, Umberto Nordio, el mismo que había construido la Universidad de Trieste. Nordio hizo un edificio modernista, respetando los contornos del arte nacional de esta época. Las primeras seis plantas fueron diseñadas para la empresa y las instituciones, y otras ocho, para residentes ricos. Arborio nunca recuperó lo invertido porque debió salvar su vida en la guerra. Sin embargo, Rijeka obtuvo su primer rascacielos.